Una opinión personal desde la perspectiva de la Economía del Bien Común y de otras miradas transformadoras.
Introducción:
Bastantes personas están diciendo que hay que cambiar muchas cosas después del confinamiento motivado por la crisis del COVID-19. Es una verdad necesaria, pero tenemos que empezar a concretar en que aspectos hay que cambiar, que calado tienen que tener los cambios a realizar, quien los tiene que pilotar, que papel tendremos que asumir la gente normal, etc. Para poder concretar más, esta propuesta general está subdividida en 10 apartados:
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Otro tipo de Empresa es posible.
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Otro tipo de Municipio es posible.
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Otro tipo de Conocimiento es posible.
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Otros Servicios públicos son posibles.
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Otro Sistema fiscal es posible.
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Otra Unión Europea es posible.
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Otra forma de relacionarnos con la Naturaleza es posible.
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Otra forma de Comercio mundial es posible.
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Otra Humanidad es posible
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Otro nivel de Conciencia es posible.
Porque pueden ocurrir dos cosas simultáneamente. Por una parte, que al salir del confinamiento nos olvidemos de los buenos propósitos que tenemos ahora debido a que estaremos ocupados tratando de volver a la “nueva normalidad”, máxime si vivimos con incertidumbre la situación laboral que nos espera.
Por otra parte, las élites van a utilizar todo su poder para orientar a su favor la salida económica de esta crisis. Según la filosofía del Gatopardo: “Cambiemos algunas cosas para que, en el fondo, todo siga igual”. O mejor todavía, la propuesta de Naomí Klein (1) sobre “La teoría del shock o del Capitalismo del desastre”, consistente en aprovechar el shock que producen las crisis en las personas que las padecen, para introducir medidas de precarización y recortes sociales mediante una acción combinada de grandes empresas privadas y los gobiernos que las protegen.
Yuval Noah Harari, en una entrevista en La Vanguardia dice que “a partir de la crisis que padecemos, hay gobiernos y personas que están intentando hacer cosas que hace unos pocos meses hubieran sonado totalmente imposibles…Hay una ventana de posibilidad que va a ser corta. Pronto un nuevo orden emergerá y se solidificará y, por tanto, este es el momento de influir en la dirección de la historia…Los medios de comunicación y los ciudadanos no deberían dejarse distraer totalmente con la pandemia”.
Por ello, tendremos que empezar a pensar que cambios sentimos que deberían producirse en el futuro inmediato. Una forma de hacerlo es imaginar ese “Otro Mundo Posible”. En palabras de nuestro compañero Fernando Moreno (2) en un artículo de abril de 2020:
“Creamos el mundo imaginándolo.Convirtiéndolo en la utopía-meta por la que merece la pena caminar, esforzarse y luchar”.
Vayamos, entonces, a imaginar el mundo nuevo que queremos construir a partir de ahora mismo. Lo que sigue es solo una aportación inicial, una incitación a que tomemos conciencia de la tarea individual y colectiva que tenemos por delante. No estaría mal que se pudiesen formar grupos donde aportar nuestros sueños de un mundo nuevo, y de los caminos para materializarlos. Aquí van algunas pinceladas para empezar:
1.- Otro tipo de empresa es posible.
Otro tipo de empresa basada en la cooperación entre los grupos de interés que la forman: Proveedores, Financiadores (incluye al empresario), Clientes, Trabajadores/as y Entorno social.
Y donde entre todos esos grupos de interés se vivan unos valores fundamentales, tales como el respeto por la dignidad humana, por la justicia social, la solidaridad, la sostenibilidad ecológica, la democracia y la transparencia.
Teniendo presente en todo momento que una empresa necesita tener beneficios para poder subsistir. Y tener muy claro que el objetivo es la búsqueda del Bien Común, y no el afán de lucro. Y que el dinero y los beneficios conseguidos son solo medios para conseguir el fin.
Por lo tanto, el éxito de la empresa se medirá al analizar cual es su aportación al Bien Común. La mejor manera de analizarlo será mediante la confección del Balance y Matriz del Bien Común. El Balance financiero será un complemento adecuado para conocer la situación financiera.
También una empresa que pretenda alcanzar y mantener su tamaño óptimo, sin buscar un crecimiento irracional. Que busque la colaboración con otras empresas con las que se relacione, compartiendo con ellas aquellos aspectos que les funcionan bien.
Otro aspecto sería la limitación de la desigualdad de ingresos, consensuando un diferencial entre el sueldo mínimo y el sueldo máximo, en el que este último sea, como mucho un número de veces (consenso) el salario mínimo interprofesional. Y el principio de que a igual trabajo, igual salario.
Existe una Red de Empresas del Bien Común, que ya viven estos principios y valores. En algunos sitios trabajamos conjuntamente con la Economía Social y Solidaria, la Economía Circular, etc.
2.- Otro tipo de municipio es posible.
Un tipo de municipio donde el conjunto de cargos electos del ayuntamiento cuente con la ciudadanía y las organizaciones sociales y culturales locales para todo tipo de proyectos y actividades que se lleven a cabo.
Y ello, desde la consulta a la ciudadanía y organizaciones para conocer mejor sus necesidades, pasando por la aprobación de los proyectos, hasta su implementación colectiva cuando ello sea posible. Un medio importante es la confección del Índice Municipal de Calidad de Vida (Bien Común), que sirve de muestrario público de las necesidades locales.
Es de mucha ayuda en todas estas tareas la confección del Balance y Matriz del Bien Común, donde se integran también los funcionarios municipales, los proveedores y el entorno social. Nuestro compañero Luis Campos Saavedra está realizando un trabajo muy interesante sobre “Comunidades Vecinales del Bien Común”.
Y nuestro compañero Fernando Visedo Manzanares (EBC Cádiz), ha elaborado un proyecto denominado “La Ciudad del Bien Común”, que se define como una herramienta de gobernanza que pretende aplicar y evaluar los planteamientos de la Economía del Bien Común, formulados por Christian Felber, sobre un marco territorial afrontando el análisis de la ciudad con un criterio holístico”. “El objeto del proyecto se concreta en la identificación de un sistema estratégico de propuestas urbanas que podrán aplicarse a sectores que afectan a derechos básicos insatisfechos en la actualidad, como vivienda, energía o servicios, orientando a la ciudad hacia el bien común, dentro de la complejidad del mundo actual”.
Hay una Red de Municipios del Bien Común, que ya están implementando estos principios. Existe la posibilidad de que varios municipios realicen acciones conjuntas para formar una “Comarca (o Región) del Bien Común”. Un ejemplo en marcha sería: “Tenerife, Isla del Bien Común”.
3.- Otro nivel de Conocimiento es posible.
Nos fijamos en este apartado, principalmente, en lo relativo a la educación y a los centros educativos, incluyendo tanto la organización de los citados centros como los contenidos curriculares que se imparten.
La organización de los centros educativos se compone también de unos grupos de interés, tales como proveedores; equipo directivo; profesorado y personal de administración y servicios; alumnado y Ampa; y Entorno social.
La integración en el centro de todos los grupos de interés es fundamental para poder crear una “Comunidad de aprendizaje” abierta a toda la comunidad educativa con el fin de promover una educación lo más holística posible. La aplicación del Balance del Bien Común y su correspondiente Matriz, puede ayudar a orientar la organización y actuación de los componentes de dicha Comunidad.
La “Pedagogía Sistémica” es el resultado de aplicar los postulados de Bert Helinguer a la escuela. Se trata de ver la escuela como un sistema interconectado con otros sistemas. En el aula no ves solo a los niños y niñas, tienes que ver detrás de cada uno de ellos y ellas a sus sistemas familiares y circunstanciales que interactúan con ellos.
Respecto a los contenidos curriculares para los niveles de Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y Formación Profesional, de la mano de los docentes de estos niveles, se está produciendo una renovación con la introducción, entre otros, de alguno de los siguientes aspectos: Educación emocional, Educación ética, Educación comunicacional, Educación para la democracia, Educación para descubrir la Naturaleza, Conocimiento del cuerpo. Y se está formando una Red de Centros Educativos del Bien Común.
El confinamiento debido al COVID-19 ha propiciado la utilización de la tecnología informática aplicada a la educación, y habrá que desarrollar esta posibilidad. Sin olvidar que la educación virtual no podrá sustituir nunca la educación presencial entre alumnado y profesorado, y entre el alumnado entre sí. Hay pocas cosas tan vívidas, socializadoras y emotivas como las relaciones humanas que se desarrollan en un centro educativo.
La Universidad tiene una complejidad distinta para el cumplimiento de sus tres importantes funciones: docencia, investigación y difusión del conocimiento. Por ello, la aplicación del Balance de Bien Común (BBC) y la correspondiente Matriz a sus formas de organización, presenta cierta complejidad. La Universidad Autónoma de Barcelona ha sido la primera que ha realizado el BBC.
Y la Facultad de Economía de Valencia, de la mano de Joan Ramón Sanchis, Director del Departamento de Organización de Empresas, ha puesto en marcha la primera “Cátedra de Economía del Bien Común”. Hay también una incipiente “Red de Universidades del Bien Común”. Hay también algunos grupos de profesorado que trabajan en esta línea. Y, periódicamente, se realizan cursillos de diferentes tipos para el alumnado universitario que lo solicita desde diferentes facultades.
4.- Otros Servicios Públicos son posibles.
Aunque desde hace bastante tiempo se ha visto necesaria la formación de una sociedad del bienestar, ha sido durante el confinamiento por la crisis del COVD-19 cuando ha emergido la importancia de los servicios públicos en general, y de la Sanidad en particular.
Esta crisis ha puesto de relieve los servicios sociales verdaderamente importantes en la vida de las personas corrientes: Sanidad, Educación, Pensiones, Dependencia, etc. que forman lo que se denomina el “Salario Social”, el cual se “percibe” con independencia de la situación laboral o personal que uno tenga.
Habría que revertir al sector público todos aquellos servicios públicos que o bien se habían privatizado totalmente, o bien habían conservado la titularidad pública (capital público) pero con gestión privada. Y esto a todos los niveles, sean estatales, autonómicos o locales.
Esto debiera incluir, no solo los servicios sociales indicados más arriba, sino también aquellos servicios básicos para la vida corriente de las personas, tales como luz, agua, gas, comunicaciones, transporte público, vivienda social, etc. y algún tipo de Banca Pública para operaciones gubernamentales relacionadas con las personas más vulnerables.
A esto habría que añadir la necesidad de dedicar un porcentaje importante de los ingresos públicos a la Investigación científica y al Desarrollo tecnológico (I+D) relacionado con los servicios públicos y con los sectores productivos, en especial con la agricultura para la alimentación de la población, aparte de la que se dedique a la exportación.
5.- Otro Sistema Fiscal es posible.
Para el mantenimiento y mejora del conjunto de servicios públicos españoles, así como para la atención al derecho de vivienda de los más desfavorecidos, y de otros derechos incluidos en nuestra Constitución, es imprescindible conformar un sistema fiscal justo, tal como exige la Plataforma por una Justicia Fiscal. Esta necesidad se hace más imperiosa desde el momento en que la situación económica se ha agravado debido a la crisis actual.
Según la web de GESTHA (Asociación de Inspectores de la Hacienda Pública), el fraude fiscal en España alcanza los 90.000 millones de euros anuales, de los cuales 20.000 MM corresponden a la economía sumergida, y los otros 70.000 MM corresponden al fraude de las grandes empresas españolas y a las multinacionales que operan en nuestro territorio, importes que suelen terminar en los paraísos (guaridas) fiscales.
Es por ello que la presión fiscal en España esta unos siete puntos por debajo de la media europea. A partir de la crisis actual, diversas plataformas están presentando paquetes de medidas para crear un impuesto específico para grandes fortunas y otro impuesto para las multinacionales.
Y otras medidas complementarias, como un impuesto sobre transacciones financieras especulativas. O no dar ayudas a empresas cuyo domicilio fiscal esté en algún paraíso (guarida) fiscal o similar.
Desde una visión más general, Thomas Piketty (3), con el fin de que disminuyan las desigualdades sociales, insiste en que “El sistema tributario de una sociedad justa debería estar basado en tres grandes impuestos progresivos: un impuesto progresivo anual sobre la propiedad, un impuesto progresivo sobre las herencias, y un impuesto progresivo sobre la renta (pag.1162)”.
Y sigue: “A mi modo de ver, los impuestos indirectos no tienen ninguna justificación real…En concreto, los impuestos indirectos sobre el IVA no permiten que la carga fiscal se distribuya en función del nivel de renta o del patrimonio” (pag.1186).
Según la Constitución del Estado libre de Baviera (4): “El impuesto de sucesión sirve también como medio de evitar la acumulación de patrimonios ingentes en manos de pocos”. Hay mucho que hacer en este tema.
6.- Otra Unión Europea es posible.
Con la crisis de 2008, pero sobre todo con la crisis actual originada por el COVID-19, se han puesto de manifiesto las deficiencias de todo tipo en la arquitectura de la Unió Europea (UE), que en los últimos tiempos ha tomado una orientación bastante neoliberal, y que está quedando claramente deslegitimada en los momentos presentes:
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Habría que subsanar la carencia democrática actual, dando al Parlamento Europeo todos los poderes que debe tener una institución de este tipo, tanto desde el punto de vista legislativo como de control de las decisiones ejecutivas. Y la abolición de la unanimidad en las decisiones.
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Ampliación de las funciones del Banco Central Europeo para que, además del control de la inflación, pueda ser prestamista en última instancia de los gobiernos nacionales de los países miembros, sin la intermediación de los bancos privados de la zona.
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Muy importante sería la mutualización de las deudas nacionales mediante la emisión de bonos temporales, o la mutualización de los tipos de interés con la emisión de deuda perpetua.
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Creación de un sistema fiscal europeo que acabe con la competencia fiscal entre los propios países miembros. Hay comportamientos que se asemejan, en parte, a los paraísos fiscales en países como Luxemburgo, Irlanda u Holanda.
Si pretendemos que la UE tenga una arquitectura más democrática, lo lógico sería que el proceso para lograrlo fuese también democrático. Una propuesta podría ser que en todos los países miembros se constituyeran convenciones democráticas municipales, cuyas propuestas pasarían a unas convenciones autonómicas, y las propuestas de estas pasaran a una convención estatal, cuyas propuestas serían las aportaciones de cada país a la reforma de la estructura de la UE.
Nota de última hora: Para entender las consecuencias de la crisis actual de España, tanto interna como en su relación con la UE, es imprescindible leer la serie de artículos que está publicando el profesor Juan Torres López (5). En uno de los últimos artículos, dice cosas como:
“La respuesta de los líderes europeos a la situación económica más catastrófica de los últimos 75 años (si no más) es decepcionante”… “Obligar a que aumente la deuda y a que haya de devolverla en 10 años cuando se trata de hacer frente a un shock de dimensiones extraordinarias como el que estamos viviendo… es agrandar las brechas, ya de por sí amplias que ha abierto el modo de actuar de las políticas europeas y, en especial, el diseño del euro”.
“…es una prueba más de la irresponsabilidad y torpeza… que puede provocar una desafección creciente hacia el proyecto europeo entre sus poblaciones (se refiere a Italia y España), sino poniendo las bases para que se produzcan problemas económicos aún más graves en el futuro”.
7.- Otra forma de relacionarse con la Naturaleza es posible.
Una de las características más definitorias de nuestra relación con la Naturaleza es la interdependencia: no somos algo externo a Ella, !!! somos una parte de la misma!!!. Por eso, cuando la tratamos como lo hacemos, las consecuencias se vuelven contra nosotros. No es que la Naturaleza “se vengue” de nosotros, es que maltratarla es maltratarnos a nosotros mismos.
Traslado algunas acotaciones del artículo de Emilio Santiago (3-9-2018) en relación a la dimisión de Nicolás Hulot, ministro de Transición Ecológica y Solidaria del gobierno de Macron. El artículo centra el tema de fondo de una forma clarísima:
“Hulot ha puesto el acento del problema en el modelo económico liberal. Ha dimitido tras chocar con dos realidades tenaces: la primera obviedad es que sin reducir el tamaño de la economía no se reducirá nuestro impacto desastroso sobre la biosfera. La segunda obviedad es que la telaraña de intereses creados pesa hoy mucho más que la voluntad de cambio de cualquier ministro-estrella.”
“Mientras el crecimiento económico sea un precepto sagrado, la ecología estará obligada a rebajarse a marketing verde”. “Lo que le ha llevado a salir de la primera línea política no es una cuestión de partidos, sino el funcionamiento perverso de un modelo social. Y que este modelo tiene una base de colaboración activa inmensa entre la ciudadanía, cuya defensa abarca casi todo el espectro electoral”.
“El crecimiento económico no es solo una decisión política a favor del capital. Es una inercia civilizatoria muy profunda, que no se podrá revertir sin generar inmensos trastornos. La telaraña de intereses creados alrededor de la expansión permanente de la producción y el consumo no la sostiene exclusivamente el 1%.”.
“El dilema Hulot es: un gobierno que se tomara en serio la transición ecológica, también debería ser un gobierno dispuesto a una transformación socioeconómica radical. Al menos, tan radical como el ciclo reformista de los años treinta”. “Pero es una operación de altísimo riesgo que, además de un gobierno decidido, necesita una inmensa fuerza social que empuje desde abajo… y casi más importante es la creación de un tejido capilar de apoyo mutuo, identidad común y sociabilidad no mercantil en la vida cotidiana”.
Y, ahora, algunas frases que explican y amplían los conceptos anteriores:
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“El que crea que en un planeta finito puede haber crecimiento infinito, es un loco o un economista” (¿?).
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“El síntoma es el calentamiento global, la enfermedad es el capitalismo” (¿?).
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“El capitalismo es intrínsecamente perverso porque lo subordina todo a la consecución del máximo beneficio” (¿?). Un ejemplo de esto es la práctica de la Obsolescencia programada, consistente en producir objetos con fecha de caducidad muy corta, con el fin de aumentar las ventas y los beneficios, lo que conlleva el incremento del uso de minerales y de los desechos.
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“Somos la única especie capaz de exterminarse a sí misma (¿?).
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“Es el momento de preguntarse que es esencial y que no es esencial. Hay que funcionar con menos materiales y menos energía” (Yayo Herrero).
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“!!! URGE DECRECER !!! (Carlos Taibo).
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“El confinamiento demuestra que podemos vivir con menos” (Christian Felber).
“La Economía rosquilla” (Kate Raworth) (6) describe con dos circunferencias concéntricas los dos límites que se le presentan a la humanidad para poder subsistir de forma justa. La circunferencia exterior describe el techo ecológico que no debemos traspasar en el uso de la Naturaleza. La circunferencia interior la comentaremos en el apartado 9.
8.- Otra forma de comercio mundial es posible.
A finales de la Segunda Guerra Mundial, se reunieron en Bretton Woods algunos dirigentes políticos para organizar el futuro de la economía mundial, creando el FMI y el Banco Mundial (y más cosas). En 1947, instituyeron el GATT que, básicamente, pretendía que se rebajasen los aranceles de todos los países, con el fin de favorecer el comercio mundial.
En 1995, se instituyó la Organización Mundial del Comercio (OMC), que no forma parte de las Naciones Unidas ni de los organismos creados en Bretton Woods. La OMC se creó con la finalidad de potenciar los tratados multilaterales de comercio e inversión. Pero debido a la complejidad de poner de acuerdo a tantos países, tanto en EE.UU como en la UE se llegó a la conclusión que era mejor realizar acuerdos bilaterales con los países individualmente.
De esta forma, se fomentaron las negociaciones de los llamados Tratados de Comercio e Inversión (TCI). La UE lleva ya negociados o en proceso de negociación más de 100 tratados. Pero hay uno, el “Tratado Transatlántico sobre Comercio e Inversión” (TTIP), que está considerado el “padre de todos los tratados”, que es el que durante bastante tiempo ha estado negociándose entre EE.UU y la UE. Después de un parón, parece que sigue negociándose en secreto.
Con estos tratados se está tejiendo una gran red jurídica a nivel mundial que concede a las empresas multinacionales (EMN) potestades por encima de las funciones y facultades de los estados. La suma de todos los tratados que se están firmando entre las naciones se está convirtiendo en una especie de supra – constitución global. En realidad, se trata de universalizar una mentalidad y unos comportamientos donde prime el afán de lucro y la maximización de beneficios a favor de las EMN, supeditando todo lo demás a este objetivo, sean personas, estados o naturaleza.
Para Christian Felber (7), “el comercio no es un fin en sí mismo, sino un medio al servicio de unos valores superiores que no se deben poner en peligro. Las libertades económicas solo son libertades instrumentales”.
Se debería volver al multilateralismo, pero con sede en las Naciones Unidas. “Si existe una organización internacional apta para servir al bien general del conjunto (Ricardo) y a la paz perpetua (Kant), ésa es la ONU”.
Se podría residenciar en la “Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo” (UNCTAD). Esta se creó en 1964, y perseguía sobre todo ayudar a los países pobres a detener la caída de precios de los productos primarios y asegurar ingresos aceptables. Pero fue abandonada por los países industrializados porque no aceptaban el deseo del Sur global de participar en la configuración de la globalización.
El residenciar la articulación del comercio mundial en la ONU (sin los derechos de veto actuales), “la convertiría en la sede del derecho económico internacional, marcaría las pautas a seguir en el camino hacia el Bien Común Mundial”, y ayudaría a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, para el período 2015-2030, han aprobado la mayoría de países miembros de la ONU.
La plataforma “No al TTIP. Las personas y el Planeta primero” (8) conformada por más de trescientas organizaciones a nivel europeo, entre otros temas sobre los que está trabajando, prioriza actualmente estos tres:
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Salida del Tratado de la Carta de la Energía, porque protege a las EMN y las energías sucias, utiliza el ISDS (arbitraje privado), conlleva la pérdida de dinero público, etc.
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No firmar el Tratado UE – Mercosur, (del que existe un acuerdo preliminar), porque tendrá un fuerte impacto climático, medioambiental y sobre los derechos humanos.
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Proseguir la negociación en la ONU de un Tratado Vinculante contra la impunidad corporativa, que permita la denuncia ante la justicia de las violaciones de los derechos humanos que realizan algunas EMN en países en desarrollo.
9.- Otra Humanidad es posible.
Las condiciones para que otra Humanidad sea posible, se han ido describiendo en todos los apartados anteriores. No obstante, se podrían citar algunos principios y valores más que también conforman el espíritu de la Economía del Bien Común:
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Sustituir la competencia por la colaboración y la cooperación.
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Sustituir el afán de lucro por la búsqueda del bien común.
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Respeto por la dignidad humana de todas las personas que formamos la humanidad.
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Compatibilizar la justicia y la libertad en todos los ámbitos de la vida.
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Promover la sostenibilidad ecológica en los procesos de producción y en el consumo.
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Práctica profunda de la democracia en los grupos y colectividades.
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Promover la máxima transparencia en el funcionamiento de las organizaciones e instituciones de todo tipo.
Algunos de los aspectos que se tienen que aplicar para caminar hacia otra humanidad:
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La Declaración Internacional de Derechos Humanos.
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las normas de trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
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La protección del medio ambiente a nivel mundial.
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La protección de la diversidad cultural y biológica.
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La protección de las poblaciones indígenas.
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Los acuerdos contra los sobornos y la corrupción.
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La implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Si volvemos a la “Economía rosquilla” (6) ya comentada en el apartado 7, podemos ver que la circunferencia interior muestra el Fundamento social”, que es el límite que determina los elementos básicos de la vida que no deberían faltar a nadie. La corona circular que queda entre ambas circunferencias, sería el espacio en que la humanidad podría prosperar de forma ecológicamente segura y socialmente justa.
El feminismo está haciendo una aportación fundamental en el proceso hacia la nueva Humanidad. Karl Max centró el análisis del capitalismo en el proceso de acumulación de la clase dominante, fruto de la explotación de la fuerza de trabajo durante el proceso productivo. El feminismo pone el acento en el proceso de reproducción y cuidado de la fuerza de trabajo, sin la cual la producción capitalista no podría subsistir.
Además de poner de relieve el proceso citado, el feminismo exige una forma de relación de igualdad social entre los géneros, aunque reconociendo y atendiendo también las diferencias biológicas entre ellos. Lo cual obliga a los hombres a replantearnos cual es nuestro papel en la nueva Humanidad. En la esfera pública tiene que existir la posibilidad de participación igualitaria de hombres y mujeres. Y el tema de los cuidados –de las personas y del planeta- alcanza un valor fundamental en la nueva Humanidad.
10.- Otro nivel de conciencia es posible.
Los cambios que realizamos en nuestra vida se hacen desde un determinado nivel de conciencia. Cambios de más calado necesitan ir precedidos o acompañados de un nivel de conciencia más profundo que, a su vez, comporta la asunción de una nueva escala de valores con los que nos manifestamos en la vida cotidiana.
Hay una tendencia a relacionarse las personas con similares niveles de conciencia, cuya actuación será más efectiva cuando el colectivo alcance su masa crítica.
Christian Felber (9) habla de cómo en su experiencia de relacionan Espiritualidad, Libertad y Bien Común:
“De este modo me comprendía yo mismo como una parte del gran Todo…y esa totalidad no era inquietante u hostil, sino clara, armónica y profundamente pacífica; estaba llena de sabiduría y amor, y era expresión de una inteligencia más alta y sumamente creativa…”
“Es nuestra responsabilidad escoger un estilo de vida más ético, solidario y justo; solo así cada individuo, más consciente de sí mismo, se convierte en un elemento más activo de la soberanía global”. “…quisiera animar a todos los lectores y a todas las lectoras a que escucharan a su propio corazón –y de este modo, encontrarse más a si mismos- así como a hallar un sentido y orientación a sus vidas”.
Por supuesto, lo que Felber comunica en su libro es su propia experiencia personal. Cada persona debe experimentar su propio camino personal. Los principios y valores que fundamentan la Economía del Bien Común se han ido desgranando a través de los apartados anteriores. Vamos a ver algunos de los aspectos que podrían caracterizar la actuación:
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Visión global, actuación local. Se trata de que la visión global de cada tema sirva de orientación en la actuación en nuestro entorno.
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Actuación de abajo a arriba. Que la actuación sea a partir de las unidades básicas de convivencia, tales como la familia, trabajo, municipio, centro educativo, etc. y de ahí ir subiendo a los niveles superiores.
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No luchar contra nada ni contra nadie. Centrar todos nuestros esfuerzos en construir el nuevo mundo que deseamos, aquí y ahora. Pero aprovechando lo que de positivo pueda tener el mundo del que nos estamos alejando, silenciosamente.
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Actuación sin violencia, desde la paz interior. Sustituir el “Si quieres la paz, prepara la guerra”, por el “Si quieres la paz, prepara la paz”. Es fundamental alcanzar y mantener el estado de paz interior. Si dentro de mí hay guerra, será muy difícil que se manifieste paz.
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El fin de nuestras actuaciones es el bienestar de todas las personas (El Bien común global). El dinero, el comercio, la política, son solo medios para alcanzar el fin.
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El fin no justifica los medios utilizados para conseguirlo. La Ética debe impregnar profundamente nuestro compromiso. La vivencia del Amor y la Compasión dan consistencia, claridad y fluidez a nuestras actuaciones, reafirmando el sentido de Unidad con todo lo existente.
Se decía al principio “Creamos el mundo imaginándolo…” Pero a veces nos resulta difícil imaginar como podrían ser las cosas relacionadas con ciertos temas más generales. Cuando esto ocurre, lo mejor es centrarse en imaginar sobre lo más cercano que tenemos: nuestro cuerpo y nuestro hogar; y luego, en nuestro entorno social.
Por otra parte, tendríamos que reflexionar sobre el concepto de UBUNTU: “yo soy porque nosotros somos”. Y este concepto se puede ampliar a todas las partes que están haciendo cambios, ya que todas merecen reconocimiento: “yo soy porque nosotros y la Naturaleza somos”.
Y para terminar, una canción que también nos puede ayudar a imaginar:
Imagine (10)
Imagina que no hay cielo
Es fácil si lo intentas
Ningún infierno debajo de nosotros
Sobre nosotros sólo el cielo
Imagina a todas las personas viviendo el hoy
Imagina que no hay países
No es difícil de hacer
Nada por lo que matar o morir
Y sin religión también
Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz
Puedes decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que algún día te nos unas
Y el mundo será UNO
Imagina que no tenemos posesiones
Me pregunto si puedes
No hay necesidad de codicia o hambre
Una fraternidad de hombres
Imagina a todas las personas compartiendo todo el mundo
Puedes decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que algún día te nos unas
Y el mundo será UNO.
Notas bibliográficas:
-
Naomí Klein: “La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre”. Ed. Paidós. Y algunas entrevistas.
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Fernando Moreno: “Dimensión cultural y evolutiva de la Economía del Bien Común” (Artículo de abril de 2020).
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Thomas Piketty: “Capitalismo e Ideología” Ed.Deusto. Comentarios sacados del laborioso resumen realizado por nuestro compañero Juan Manuel Martin.
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Christian Felber: “La Economía del Bien Común” Ed. Deusto. Segunda Edición.
-
Juan Torres López: Serie de artículos sobre España y Unión Europea, en relación a las consecuencias de la crisis del COVID-19 y su financiación. Edición gratuita.
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Kate Raworth: “Economía Rosquilla. 7 maneras de pensar la economía del siglo XXI”. Ed. Paidós.
-
Christian Felber: “Por un Comercio Mundial Ético” Ed. Deusto.
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Plataforma “No al TTIP. Las persona y el Planeta primero”: Comentarios sacados de algunos documentos de trabajo de esta plataforma.
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Christian Felber: “La Voz interior. Espiritualidad, libertad y bien común” Ed. Oberon.
-
John Lennon y Yoko Ono. Aunque la música es de John, parece ser que la letra se inspiró entre ambos.
Alberto Llucián – mayo de 2020.