Hablar de la felicidad es, en esencia, abordar una de las preguntas fundamentales de la existencia humana.. Es un concepto que todos perseguimos pero, a menudo nos planteamos ¿qué es realmente la felicidad? Es un estado emocional positivo que se caracteriza por sentimientos de alegría, satisfacción y bienestar y que todos queremos conseguir. . La filosofía, la psicología, la sociología y la antropología estudian la felicidad desde enfoques distintos. Así, la filosofía se centra en su concepto y realidad; la psicología analiza los factores que nos llevan a ser felices; la sociología intenta determinar las variables sociales que influyen en nuestras metas y la antropología analiza como las distintas culturas han marcado modelos diferentes. Para Aristóteles la felicidad es el fin último y el propósito más elevado de la vida; es el punto focal de la ética aristotélica

Como profesional de la psicología, a lo largo de los años he tenido la oportunidad de explorar este concepto desde múltiples perspectivas: académica, profesional y, por supuesto personal y por eso considero que la felicidad es algo que tenemos que cuidar y cultivar. En este artículo, quiero compartir mi experiencia personal y profesional. La felicidad, entendida como plenitud, bienestar emocional, salud y satisfacción. Todo ello, interconectado en nuestra búsqueda de la felicidad , puede ser cultivado y experimentado.

Felicidad y plenitud: un viaje personal

Mi interés por la felicidad nació de una mezcla de curiosidad académica y búsqueda personal. Desde joven siempre me intrigó entender qué distingue a las personas que parecen irradiar una sensación de bienestar, incluso en circunstancias adversas. Este interés se profundizó durante mi formación como psicóloga, donde aprendí que la felicidad no es un estado permanente ni un destino fijo , sino que es un viaje repleto de matices, un proceso continuo que implica autoconocimiento, prácticas cotidianas y resiliencia. Ahora bien, cada uno tiene su propia definición de lo que significa ser feliz. En mi propia vida, he aprendido que la felicidad está íntimamente relacionada con la plenitud que es un estado profundo que se siente cuando estamos alineados con nuestras pasiones, metas y valores, que es algo más que una simple acumulación de logros. La plenitud llega cuando encontramos significado en lo que hacemos y aprendemos a aceptar nuestras imperfecciones. Personalmente, he experimentado momentos de plenitud al dedicar tiempo a actividades que me gustan: enseñar, aprender algo nuevo, escuchar música, participar en grupos o disfrutar de una buena conversación… también al ver cómo los estudiantes crecen y desarrollan su potencial y transforman sus vidas; viviendo mejor cuando se sienten valorados y apoyados en su entorno educativo.

El camino hacia la plenitud es un viaje personal que implica el crecimiento en todos los aspectos de la vida: emocional, mental, espiritual y físico. Es un proceso de autoconocimiento , aceptación y desarrollo que nos permite alcanzar un estado de satisfacción y realización profunda. Para ello , el crecimiento personal es una necesidad fundamental para vivir una vida plena y significativa. (R.Aoiz, “Caminos hacia la plenitud” Amazon, 2024)

El papel del bienestar emocional

El bienestar emocional es un componente esencial de la felicidad. A lo largo de mi carrera, he observado que las emociones positivas como la gratitud, la alegría y la esperanza no solo mejoran nuestra calidad de vida, sino que también fortalecen nuestra salud mental y física. Sin embargo, también he comprendido que no se trata de evitar emociones negativas, sino de aprender a manejarlas y darles un lugar en nuestra experiencia. Para mi, cuidar nuestro bienestar emocional implica estar atentos a nuestras emociones y aprender a gestionarlas adecuadamente. Prácticas como la meditación y el autocuidado son esenciales para mantener un equilibrio emocional saludable. A lo largo de los años he incorporado prácticas diarias a mi vida que me permiten centrarme en el presente y apreciar cada momento.. Practicar la atención plena (mindfulness) me ha permitido reconocer mis emociones sin juzgarlas, lo cual me ayuda a responder en lugar de reaccionar. Por ejemplo, en momentos de estrés profesional , me he entrenado para pausar, identificar lo que siento y buscar soluciones desde un lugar de calma, lo que mejora mi bienestar.

Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense , considerado el principal fundador de la Psicología positiva, definió la teoría del bienestar o modelo PERMA, en el que destaca cinco elementos claves del bienestar: emociones positivas, compromiso, relaciones significativas , significado y logros. Cada uno de estos aspectos contribuyen a nuestra sensación general de felicidad y plenitud. Indica también que la auténtica felicidad puede cultivarse identificando y utilizando muchas de las fortalezas y rasgos que ya tenemos junto con una actitud positiva (M. Seligman “La auténtica felicidad” Ed. B 2005).

La felicidad en distintas etapas de la vida

La forma en que experimentamos y buscamos la felicidad cambia a lo largo de la vida. En la juventud, la felicidad a menudo está vinculada a la exploración, los sueños y las metas a largo plazo. En esta etapa, construir una identidad, formar amistades y descubrir pasiones son pilares fundamentales. He visto en mis estudiantes cómo la curiosidad y el entusiasmo pueden ser grandes motores de felicidad, siempre que se equilibren con el manejo de las expectativas y el aprendizaje de la resiliencia. En la vejez, la felicidad tienen a enfocarse en la gratitud, la conexión emocional y el legado. Las personas mayores que encuentran significado en sus recuerdos, mantienen relaciones saludables y actividades gratificantes, suelen reportar altos niveles de bienestar.. En ambas etapas, la comunicación y las relaciones personales son esenciales para mantener una vida plena.

Crecimiento personal y relación con el Ikigai

El crecimiento personal hemos visto que es otro eje central de la felicidad. Encontrar nuestro «ikigai» —aquello que nos da razón para levantarnos cada mañana— nos ayuda a sentirnos útiles y conectados con algo más grande que nosotros mismos. Personalmente, he descubierto mi ikigai en la enseñanza y en la aplicación de la psicología, actividades que me permiten impactar positivamente en la vida de otros mientras desarrollo mis propias habilidades. El ikigai combina lo que amamos, lo que hacemos bien, lo que el mundo necesita y aquello por lo que podemos ser recompensados. Este concepto nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad y propósito, alineando nuestras metas con nuestras pasiones y valores. En este proceso de crecimiento personal, he encontrado que el autoconocimiento es fundamental. Saber quiénes somos, qué nos motiva y cómo deseamos impactar al mundo nos proporciona un mapa hacia una felicidad más sostenible y profunda.

Factores que incrementan la felicidad

La felicidad está influenciada por una diversidad de factores que enriquecen nuestra experiencia de vida. Entre ellos, las artes ocupan un lugar especial. La música, por ejemplo, tiene el poder de conmover y conectar con nuestras emociones más profundas. Personalmente, encuentro en la música una forma de expresión y un puente hacia recuerdos significativos.

La literatura también juega un papel transformador. Los libros no solo nos permiten explorar mundos diferentes, sino que también nos ayudan a entender nuestras propias emociones y experiencias. Leer es una forma de viajar hacia nuestro interior y hacia la perspectiva de otros, ampliando nuestra comprensión de la vida y cultivando la empatía.

Por otro lado, la comunicación y las relaciones personales son una fuente inagotable de felicidad. Las amistades y los vínculos familiares nos brindan apoyo emocional, un sentido de pertenencia y momentos de alegría compartida. La solidaridad y la contribución al entorno, ya sea a través de actos de bondad o participando en proyectos comunitarios, también fortalecen nuestro bienestar.

La gratitud también es una herramienta poderosa para nutrir la felicidad. Cultivar un enfoque en lo positivo, incluso en los días difíciles, nos permite apreciar lo que tenemos y conectar con el presente. He comprobado que expresar gratitud, ya sea a través de un diario, meditaciones o en conversaciones con seres queridos, transforma nuestra perspectiva y nos ayuda a encontrar belleza en lo cotidiano.

La relación entre salud y felicidad

La salud y la felicidad están intrínsecamente relacionadas; una buena salud física y mental proporciona la energía y el bienestar necesarios para disfrutar de la vida plenamente. Al cuidar de nuestro cuerpo y mente, fomentamos una actitud positiva y resiliente, lo que contribuye a una mayor satisfacción y felicidad en nuestras vidas. La ciencia respalda la conexión entre salud y felicidad. La actividad física, una alimentación equilibrada y un sueño reparador son fundamentales para mantener nuestro cuerpo y mente en óptimas condiciones. Pero en mi experiencia, también es crucial prestar atención a la salud emocional y social. Cultivar relaciones significativas con amigos, familiares y colegas ha sido uno de los pilares de mi bienestar. Existen muchas investigaciones que han demostrado que la felicidad es beneficiosa tanto para nuestra salud mental como para nuestra salud física .

Satisfacción y significado

La satisfacción personal juega un papel crucial en nuestra percepción de felicidad. A menudo, perseguimos metas externas sin darnos cuenta de que la verdadera satisfacción proviene de nuestro interior. No se trata de una satisfacción superficial o pasajera, sino de aquella que surge al sentir que estamos haciendo algo valioso con nuestras vidas. Reconocer lo que realmente valoramos puede ayudarnos a redirigir nuestros esfuerzos hacia lo que nos hace felices. Te animo a hacer una pausa y considerar que es lo que te da realmente satisfacción. Personalmente, encuentro esta satisfacción al contribuir al desarrollo de los estudiantes o al participar en grupos y realizar proyectos que promueven el bienestar colectivo. Sin embargo, también he aprendido que la satisfacción no está en lograr todo lo que deseamos, sino en apreciar lo que ya tenemos. La práctica de la gratitud ha sido transformadora en mi vida. Dedicar unos minutos al día para reflexionar sobre las cosas buenas, por pequeñas que sean, me ayuda a enfocarme en lo positivo y a sentir una mayor alegría.

Sanando traumas del pasado

Para poder ser felices es fundamental el autoconocimiento y darnos cuenta de que muchas veces tenemos traumas del pasado que nos impiden disfrutar del presente y por ello es necesario eliminarlos. Hay muchos métodos y técnicas terapéuticas para resolverlos pero, en mi experiencia, el método Demartini es muy eficaz. Este método se basa en la premisa de que nuestros pensamientos y emociones son responsables de nuestra percepción de la realidad. Este enfoque terapéutico se centra en la transformación de los traumas del pasado, lo que permite vivir una vida más feliz y plena. La felicidad es un estado de ser que se construye sobre una base sólida de autoconocimiento y sanación. Si llevamos cargas emocionales del pasado, como traumas o resentimientos, nos limitan nuestra capacidad para experimentar alegría y poder disfrutar del presente. Demartini propone un método que sigue el siguiente proceso: Identificación del trauma: se trata de identificar los eventos pasados que nos han dejado cicatrices emocionales a través de ejercicios guiados para después reevaluarlos, lo que lleva a la Liberación emocional que permite que las emociones reprimidas salgan a la superficie y sean procesadas adecuadamente, siguiendo con la Reprogramación mental donde se reemplaza las creencias limitantes con afirmaciones positivas y empoderadoras, construyendo una nueva realidad donde la felicidad se vuelve accesible. En la Integración final, no sólo sanamos las viejas heridas sino que sentamos las bases para un futuro mejor, viviendo con mayor conciencia y gratitud, lo que contribuye significativamente a nuestra felicidad.

El método Demartini no sólo ofrece herramientas para sanar traumas del pasado sino que también nos guía hacia una vida más alineada con nuestros valores y deseos auténticos. Al incorporar este enfoque en la búsqueda personal de la felicidad, puedes descubrir un camino transformador hacia una vida más plena y satisfactoria, Es un proceso basado en la experiencia del descubrimiento personal que ayuda a encontrar el potencial que llevamos dentro y ampliar nuestra visión de las posibilidades que tenemos. J.Demartini, “La experiencia del descubrimiento” Ed. Urano y Documental “Breakthrought” (Descubrimiento) , 2024 que refleja la vida y el método de J Demartini.

Las siete áreas de la vida

Entendiendo la felicidad como un estado de ánimo que se consigue partiendo del autoconocimiento y logrando el éxito en una o varias áreas de nuestra vida, que para cada persona puede significar cosas distintas. John Demartini, nos propone un modelo que divide nuestra vida en 7 áreas clave: Espiritual, Mental, Emocional, Física, Financiera, Social y Familiar. Estas áreas están interconectadas y contribuyen a nuestra percepción general de felicidad. Al trabajar en el equilibrio entre estas áreas, podemos crear una vida más plena y satisfactoria. Te invito a reflexionar sobre cómo te sientes en cada una de estas áreas e identificar dónde podrías hacer cambios o mejoras para acercarte más a tu definición personal de felicidad . Si tu vida es importante, dedica tiempo a planificarla construyendo cada una de las 7 áreas, definiendo lo que te gustaría Ser Hacer o Tener en cada una de ellas, definiendo objetivos a corto y largo plazo. Este ejercicio es muy útil realizarlo una vez al año.

Por último, en mi experiencia, es importante tener una visión clara e inspiradora del futuro que deseamos, una misión que refleje lo que queremos lograr y lo que consideramos importante de acuerdo a nuestros valores y unos objetivos bien definidos que nos facilitaran poder vivir enfocados en lo que deseamos , Todo ello nos permite construir una vida más significativa que nos lleva a la plenitud y a la felicidad .

Conclusión: La felicidad como elección y práctica continua

Como hemos visto, la felicidad no es un destino, sino un camino que recorremos cada día. La búsqueda de la felicidad es un viaje continuo lleno de altibajos; no siempre será fácil, habrá días buenos y días desafiantes. Requiere decisiones conscientes y buscar significado en nuestras acciones. También implica aceptar que no siempre seremos felices y que está bien tener días difíciles en los que la resiliencia nos ayudara a afrontar las dificultades. Por eso, al cultivar la plenitud, el bienestar emocional y la satisfacción personal, podemos lograr cada vez más ese estado deseado de felicidad. Lo importante es saber que no estamos solos en esta búsqueda y que hay recursos disponibles y personas dispuestas a ayudar.

Mi experiencia como psicóloga dedicada a realizar proyectos psicosociales y a la docencia universitaria me ha enseñado que la felicidad es accesible para todos, aunque el camino para alcanzarla sea diferente para cada persona. Al final, lo que importa es encontrar nuestras propias fuentes de plenitud, bienestar y satisfacción, y recordar que tenemos el poder de cultivarlas a diario.

Autora:
Mª Rosario Aoiz Iriarte EBC-Cataluña
Doctora en Psicología .
Docente UAB . Coordinadora de proyectos de formación, desarrollo personal y organizacional.
rosarioaoiz@telefonica.net/

Apoyos:
Fernando Moreno Bernal, EBC-Cádiz
Juan Manuel Martín Martín, EBC-Valladolid