Empresas, universidades, municipios y otras organizaciones tienen la oportunidad de elaborar una Hoja de Balance del Bien Común. Este balance se basa en la Matriz del Bien Común, que describe 20 temas que hacen visible una contribución de la empresa al Bien Común. Cada empresa puede alcanzar un máximo de 1.000 puntos. Así, por primera vez, el resultado de una norma de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) puede compararse en todos los sectores, formas legales y tamaños de empresa. La Hoja de Equilibrio del Bien Común cumple y va más allá del requisito de la Unión Europea para la presentación de informes no financieros.
Uno de los objetivos de la Economía para el Bien Común es hacer visible este tipo de evaluación de impacto en los productos. Más allá de eso, los resultados auditados de la Hoja de Balance del Bien Común deben determinar las ventajas o desventajas legales de una empresa, por ejemplo, impuestos, derechos de aduana o contratación pública. Con la ayuda de estos incentivos, el coste actual y la desventaja competitiva de las empresas éticas se invierte en un precio y una ventaja competitiva.