Este es un extracto del último libro de Antonio Turiel “El futuro de Europa”, publicado por Ediciones Destino en Noviembre de 2024. Incluye un resumen (personal) del libro con las ideas generales que el autor muestra en él; al final mostramos párrafos textuales del libro con alguna opinión personal (en cursiva y en otro color) que hemos considerado de gran interés.
Antonio Turiel es una voz científica reputada y valiente que hace años afirma que las crisis económica, ecológica y social en que navegamos están relacionadas con el mal funcionamiento económico del capitalismo neoliberal, que supedita casi todo al máximo beneficio financiero en el corto plazo. En su último libro, centrado en nuestra insostenible Europa, y cuya lectura recomendamos, insiste y profundiza en la necesidad de cambios de modelo económico, alineados con las propuestas que realiza la Economía del Bien común (EBC), para evitar un colapso que nos acecha. Sirva esta publicación como aperitivo que aumente el interés lector entre nuestros simpatizantes.
¡Resumen del libro!
Turiel muestra que la era del crecimiento ilimitado ha llegado a su fin, debido a la crisis energética provocada por varias causas: la escasez de combustibles fósiles, la ilusión de las energías renovables para sustituirlos completamente, y los límites físicos del planeta.
El autor analiza la posición geopolítica de Europa, su alta dependencia energética del exterior (hasta hace poco del gas ruso y del petróleo), y cómo esto la hace vulnerable. En este contexto, la guerra en Ucrania y las sanciones energéticas a Rusia han sido un punto de no retorno.
Frente a la ilusión de que siempre habrá una nueva tecnología que resolverá los problemas y el mito del crecimiento verde, Turiel propone el decrecimiento como única vía realista y sostenible, es decir, una reducción planificada de la producción y el consumo que permita vivir dentro de los límites del planeta.
Ideas Principales
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Crisis energética irreversible: La producción de petróleo convencional está en declive y las alternativas (como el fracking o el hidrógeno verde) no son viables a gran escala.
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Fracaso del «Green New Deal»: La transición energética tal como se plantea actualmente (basada en renovables y electrificación masiva) es inviable por la escasez de materiales, la dependencia de combustibles fósiles para construir infraestructuras renovables y la falta de realismo político.
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Europa como paradigma del problema: Su fragilidad energética, demográfica y económica la convierte en el primer continente que enfrentará directamente las consecuencias del declive energético.
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Crítica al crecimiento económico: Turiel argumenta que el crecimiento perpetuo es incompatible con un planeta finito y que solo favorece a una minoría, aumentando la desigualdad.
Propuesta de Decrecimiento
El decrecimiento no es colapso, sino una alternativa organizada para reducir la demanda energética, repensar la economía y mejorar el bienestar colectivo. Algunas medidas propuestas:
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Reducción de la jornada laboral.
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Relocalización de la producción, prioridad a lo local.
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Reorganización del transporte y urbanismo.
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Reducción drástica del consumo de recursos.
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Reparto justo de la energía y el trabajo.
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Cambios hacia una logística local.
Conclusión
Turiel insta a abandonar la ilusión del progreso lineal y adoptar una mirada realista sobre los límites biofísicos del planeta. Frente al colapso desordenado que algunos avanzan, propone una transición planificada, justa y cooperativa, basada en valores poscrecimiento.
Párrafos del libro que hemos considerado de gran interés
Pag-13 He llegado a un punto en el que ya no tengo más dudas sobre la transición energética. No tengo dudas de que aquello que se anuncia de forma obsesiva a bombo y platillo como «la transición energética» no funciona ni funcionará, como cada vez está siendo más evidente. No solo no funcionará: empecinarse en ese modelo únicamente detraerá recursos vitales para abordar la transición real. Porque realmente necesitamos, con urgencia y necesidad, tanto por la acumulación de problemas ambientales como por la escasez de recursos, llevar a cabo una transición que no solo es energética, sino principalmente económica y social (la desigualdad es el inicio de todos los problemas).
Pag-15 En el mundo posfósil, la energía es mucho más escasa, más cara y más difícil de manejar, y las cadenas de suministro deben ser en general más cortas. Digámoslo claro: sin combustibles fósiles, la minería, el transporte y en general el uso de maquinaria pesada, amén de las gargantuescas cantidades de cemento y acero que mueve nuestra civilización, van a verse enormemente reducidos. El gigantismo industrial que caracteriza las soluciones que hoy se quieren implementar necesita de, y no puede funcionar sin, combustibles fósiles.
Pag-20/21 (Problemas medioambientales que no tienen altavoz mediático) En la otra parte del planeta, la tormenta Daniel sembró terror y destrucción en el Mediterráneo a comienzos de septiembre de 2023. Sobre Grecia descargó 1.000 litros por metro cuadrado en cuarenta y ocho horas, es decir, aproximadamente el equivalente a dos años de precipitación en dos días…… Y tras esta intensificación Daniel llegó a Libia, país devastado por una guerra 400 litros por metro cuadrado en seis horas sobre un área muy extensa y provocó el colapso de dos presas. La ola gigante arrasó la ciudad de Derna, dejando un balance de 13.000 personas muertas y varias decenas de miles desaparecidas.
Pag-31/32 Los nueve indicadores ambientales que se usan para definir los límites planetarios son, por orden de gravedad en su estado:
1. Entidades nuevas
2. Integridad de la biosfera
3. Flujos biogeoquímicos
4. Cambio Climático
5. Cambios del suelo
6. Uso del agua dulce
7. Acidificación de los océanos8. Carga de aerosoles
9. Agotamiento del ozono estratosférico
Pag-53 Porque el ciudadano de a pie lo que nota es que cada día se le exige más y tiene menos derechos: se le limita el acceso al centro de las ciudades con su vehículo privado; tiene menos dinero disponible debido a la inflación; se expulsa a más gente de las grandes ciudades delante de la imparable turistificación y la gentrificación; artículos alimentarios antes corrientes como el aceite o la harina refinada se van volviendo productos de lujo… Hasta el agua en determinados momentos está limitada. Limitada… para algunos. Porque lo que también se percibe es que en cada limitación, en cada restricción, en cada exclusión creciente, hay unos que perdemos (la mayoría), pero unos pocos que salen ganando. No se le exige lo mismo al trabajador asalariado que a la persona adinerada. Y para mayor inri, encima a menudo se culpabiliza al pobre trabajador de no ser moralmente responsable como lo es el rico, y no comprarse un coche de bajas emisiones que cuesta lo mismo que su sueldo íntegro de varios años, o consumir alimentos ecológicos que cuestan el doble de los que él se puede permitir. Hay un cierto elitismo moral, una cierta carga de superioridad moral en las medidas para luchar contra el Cambio Climático, pero que en realidad tienen un claro sesgo de clase, de favorecimiento de las rentas altas.
Pag-61 El consumo de electricidad en España tiene una tendencia a la baja (moteada con pequeñas subidas y bajadas con respecto a esa tendencia descendente) desde el año 2008. Eso son dieciséis años en el momento que yo escribo. Antes de 2008, la producción de electricidad experimentaba un crecimiento vigoroso desde por lo menos dos décadas antes; a partir de 2008, un lento pero persistente declive. De acuerdo con Red Eléctrica Española, si en 2008 se llegaron a producir y poner en distribución de la red de alta tensión unos 295.000 GWh de energía eléctrica, en 2023 la producción se quedó en alrededor de los 266.000 GWh: una caída del 10 % respecto a 2008. (Una de las causas fue el desmantelamiento de industrias pesadas con alto consumo energético).
Pag-88/89 Pero por otro lado, dada las características del sistema marginalista que se usa para fijar el precio de la electricidad, se repiten las horas en las que el precio de la electricidad en el mercado mayorista es cero, debido a que toda la demanda se cubre con nuclear (que entra a precio cero) y fotovoltaica (que puede entrar a precio cero si tienen contratos de precio garantizado por el Estado, que les cubre la diferencia entre el precio real y el que se hubiera convenido). Esto genera mucho malestar en todos los productores que no tienen ese tipo de contrato (nuclear) y en los que tienen que mantener en marcha, con el consiguiente consumo de combustible, los sistemas de respaldo para garantizar la estabilidad de la red (ciclos combinados). El 22 de mayo de 2024 se vivió una situación un tanto crítica en España ya que, después de varias semanas con precios cero a muchas horas del día, algunos ciclos combinados habían sido apagados y no fue posible cubrir la demanda eléctrica a la caída del sol. Eso obligó a REE a desconectar toda la industria que tenía suscritos contratos de interruptibilidad, a importar tanta electricidad desde Francia como fue posible y a rezar para que no se produjera ninguna avería en alguna de las centrales que estaban en marcha. (Lo anterior explica porqué en el apagón del 28/04/2025 muchas nucleares estaban apagadas, por no ser rentables económicamente al entrar su energía a coste cero).
Pag-93 ¿Y en qué se basará la siguiente burbuja renovable, si no es en la producción de electricidad?
Fácil: se basará en la producción de combustibles. Para seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer desde la invención del fuego: quemar.
¿Y qué combustibles renovables podemos producir?
Tienen un nombre muy adecuado, por aséptico y por el aire tecnológico y verde que le da: biomasa. Aunque en realidad ese nombre oculta la leña de toda la vida, que será la principal fuente de biomasa que utilizaremos.
Pag-97 Y a pesar de todas estas consideraciones, si no hay una reacción ciudadana en contra, la burbuja de la biomasa será la siguiente en inflarse, causando escasez de alimentos y desforestación, hasta que finalmente explote. Se usarán los cultivos para producir combustibles, se quemarán bosques en centrales térmicas para producir electricidad, se aprovechará todo lo que no se pueda aprovechar de otra forma para producir biogás a través de biodigestores. No para intentar producir aquello que realmente se necesite, sino simplemente para mantener la megamáquina industrial actual en marcha, en la esperanza de seguir creciendo aunque excluyendo a cada vez más gente del reparto exiguo de la energía y degradando aún más rápidamente nuestro medio ambiente.
Pag-127 (Sobre los cambios en la logística global, ¡que será insostenible!) Precisamente por su vocación local, en cada región se tendrá que buscar cuáles son las tecnologías más adecuadas para proporcionar la producción necesaria. Por eso mismo, por la reducción de la producción y su especialización hacia la necesidad local como objetivo prioritario, el comercio(global) descenderá en volumen, por la propia disminución de lo producido y por su localismo, aparte de por la escasez energética. Solo aquellos objetos que tengan un gran valor añadido, medido en términos de su valor social, podrán recorrer grandes distancias porque compensará que lo hagan. Para la mayoría de la producción, su circuito será eminentemente local, con solo una pequeña parte distribuida a nivel regional y marginalmente a nivel internacional.
Pag-184/185 ¿Qué necesitamos en realidad? Necesitamos garantizar unas condiciones de vida digna para todo el mundo. Trabajo, alimentos, agua, ropa, vivienda, educación, sanidad… y poco más. Habrá quien dirá que eso es muy poco, que es miserable. Yo digo que ahora mismo hasta eso está en peligro para la mayoría de la población, y que particularmente en Europa supondrá un amargo despertar para su población si no empezamos a hacer algo para garantizar la preservación de esos bienes básicos. Y si después de garantizar eso hay excedentes y se pueden producir más bienes y prestar más servicios, pues bienvenidos sean. Pero comencemos por garantizar eso. Comencemos por decrecer para garantizar un futuro para Europa y para el mundo. Nos va literalmente todo en ello.
Este artículo esta refrendado por la FE-EBC como propuesta convergente con los Valores de la Economía del Bien Común y ha sido realizado por Juan Manuel Martín de EBC-Valladolid. Cuenta con la autorización del autor (Antonio Turiel) para su publicación en https://spain.econgood.org/
¡Te animamos a que leas el libro completo!