Una vida dedicada al bien común
Entrevista a Debla Orihuela, presidenta voluntaria de la “Asociación del Fomento de la Economía del bien común” una organización cercana a Christan Felber. La licenciada en filosofía asesora además a empresas que quieren hacer un balance del “bien común”. En la Comunidad Valenciana, en Muro, Betxí y Villena están ya introduciendo este tipo de balance social. Entre las empresas que lo hacen con éxito están Cartonajes La Plana, Supernaranjas, Cuinatur, Novaterra Catering y el Hotel Voramar.
¿Qué es la economía del bien común (EBC) y qué hace su Asociación?
El modelo de la EBC propone la utilización de unos indicadores distintos a los indicadores clásicos, que permitan medir no solo los aspectos financieros y monetarios, sino también los sociales y culturales. Para medir el grado de cumplimiento social de una empresa, se propone el uso del balance del bien común, de manera que el éxito de una empresa ya no depende de su capacidad para generar beneficios económicos y financieros, sino de su impacto social, esto es, del beneficio que la empresa puede generar en la sociedad y en general en sus grupos de interés. Para medir el bienestar de un país, frente al indicador del Producto Interior Bruto se propone como indicador el Producto del bien común, el cual incluye también aspectos como la cohesión social, la solidaridad, la participación, la calidad de la democracia, la política medioambiental, el justo reparto de los beneficios, la igualdad de género o la igualdad salarial, entre otros. Nuestra organización se encarga de difundir la “Economía del bien común”. Sensibilizar y poner en marcha la economía del bien común en los distintos estamentos en los que se puede aplicar. Municipios, empresas y universidades. Aplicando el balance del bien común en dichos estamentos.
¿Cómo evalúa el movimiento de Christian Felber?
Lo evalúo muy positivamente, es un movimiento que desde su nacimiento no ha dejado de crecer y expandirse porque es positivo y valioso para las personas que entran en contacto con el mismo. Supone un cambio total en la redistribución de nuestros recursos, y sobre todo un cambio total en la manera de concebir nuestra relación con la economía, con el entorno, con el medio ambiente, en el que está presente y en el centro el ser humano.
¿Cómo se implica él en vuestra organización?
Christian es una persona muy cercana, que siempre que su apretada agenda se lo permite, si se le pide y puede acude a los actos de la asociación o de las universidades, o de cualquier municipio que esté implicado en poner en marcha el movimiento EBC.
¿Por qué ha tenido tanto éxito en España?
No solo en España, sino también en otros países de Europa como, por ejemplo, Austria y Alemania también han crecido de manera importante; no obstante, el movimiento no para de crecer, paulatinamente, en el continente de América del sur y México. El éxito en España yo se lo atribuiría a que llegó en un momento de estancamiento de nuevas ideas y nuevas maneras de ver los distintos escenarios sociales, por lo que pudo irrumpir con fuerza entre las personas que pensamos que otra forma de economía es posible, y otra forma de entender la relación del ser humano con su entorno.
¿Qué se va a hacer este año?
Este año se ha creado la “Federación Internacional”, en la que se agrupan las de distintas asociaciones EBC de cada país como la nuestra, y cuyo objetivo es la cooperación entre los diferentes equipos coordinadores de las asociaciones de cada país, que forman una plataforma para el intercambio internacional de ideas y conocimiento. Fue creada en diciembre de 2018 y este año es su primer año de andadura, en estos momentos estamos aprobando presupuestos y desarrollando estructuras entre todos nosotros.
¿Qué políticas en España reflejan ya la economía del bien común?
Políticas concretas todavía no existen, pero sí existen plataformas municipales que han llevado a sus plenos municipales incluir en los baremos de concursos de adjudicaciones, el ser empresas EBC, o por ejemplo nuestro “balance del bien común” sirve a muchas empresas como memoria de sostenibilidad, que se ajustan a la normativa europea sobre información no financiera de las empresas. También a algunas empresas les sirve como memoria de responsabilidad social.
¿Qué empresas o países son ejemplares en la puesta en práctica?
Aquellas empresas que hagan el balance del bien común y obtengan una puntuación mínima entre 0 y 1.000 e incluyan en el mismo propuestas de mejora pueden ser empresas del bien común, lo que quiere decir es que están en el camino de ser empresas que cumplen con los valores del movimiento EBC. Yo no soy quién para juzgar a nadie, cada uno vive su vida con arreglo a sus valores, pero sí le puedo comentar que existe un país, Bután, un país ubicado en la cordillera del Himalaya, en el que en lugar del PIB, se mide el índice de felicidad de sus habitantes y creo que esto está más alineado con nuestros valores, nosotros pensamos que se debe medir el índice del bien común.
Entrevista publicada en la revista Dirigentes