¿Qué es el Bien Común?
El Bien Común es aquello que aumenta el bienestar y la felicidad de todas las personas de una comunidad (no sólo de algunas).
Todos buscamos asegurar nuestra supervivencia, ser libres y conseguir nuestra propia autonomía, vivir en un entorno favorable y relacionarnos constructivamente con las demás personas. Maximizar esto y conseguir la situación óptima debería ser el objetivo último de toda organización social.
¿La economía no aumenta ya el Bien Común?
En teoría sí. Se supone que la producción e intercambio de bienes y servicios sirve al bienestar de las personas.Pero en nuestra cultura hemos puesto este concepto cabeza abajo.
La posesión de bienes y dinero ha pasado a ser un objetivo en sí mismo. Medimos el nivel de las personas con su riqueza, de las empresas con su balance económico y de los países por su Producto Interior Bruto. Pero en nuestras fórmulas no se cuenta si lo que compramos realmente nos hace más felices o nos ata al consumismo, si las empresas esclavizan a las personas para conseguir su beneficio o si el producto de un estado proviene de la guerra o la destrucción de la naturaleza.
Además nuestro sistema económico actual favorece la acumulación de capital. La regla básica es la competición, que genera ganadores y perdedores. Quienes más tienen parten de una posición de ventaja a la hora de conseguir aún más, y poco a poco las grandes fortunas y empresas están consiguiendo el poder y el control sobre cada vez más aspectos de la vida, poniéndolos cabeza abajo también.
¿Qué propone la Economía del Bien Común?
Volver a convertir el dinero en un medio y no un fin. Establecer como principios básicos la colaboración y el beneficio mutuo.
Para ello hay que medir lo que realmente importa: el Bien Común. Ante cualquier actividad económica, preguntarnos qué impacto tiene en las personas y en la naturaleza. Si para cumplir sus fines se necesitan recursos económicos, se buscan. Pero si la ganancia implica destrucción de las personas, se evita.